En la plaza Gabriela Mistral, con referencia la intersección de calle Chacabuco con San Martín, estará ubicado este contenedor que busca preservar decenas de objetos, archivos y testimonios para las y los vicuñenses de 100 años más.
Semillas, vestimentas, fotografías, documentos, cera de abeja, libros, artesanía y una gran variedad de elementos, como la moneda bicentenario, forman parte de la cápsula.
Con una emotiva ceremonia y una alta participación ciudadana se desarrolló el esperado cierre y descenso del Baúl Bicentenario, el cual quedó alojado en una bóveda subterránea en la plaza de Vicuña, iniciativa de gran importancia realizada en la celebración de los 200 años desde la fundación de Vicuña.
En exactos 100 años más, cuando se cumpla el tricentenario de Vicuña el 22 de febrero de 2121, las y los habitantes de la ciudad elquina podrán desenterrar un cúmulo de recuerdos, desde el Baúl Bicentenario.
Una cápsula del tiempo que pretende preservar decenas de objetos, archivos y testimonios para las futuras generaciones, elementos cedidos por la misma comunidad, instituciones, agrupaciones, clubes deportivos, juntas de vecinos, exponentes del arte, la cultura, de turismo, oficinas y departamentos municipales, hombres, mujeres, adultos, jóvenes y niños que no se restaron de participar de una de las actividades más significativas de los últimos tiempos.
Dentro de todos los momentos emotivos que tuvo esta ceremonia, uno de ellos fue la entrega simbólica de los objetos que completó el baúl, oportunidad donde representantes de las áreas incluidas depositaban los elementos cedidos. Una de las entregas más llamativas fueron los 9 tipos de semillas que facilitó la Asamblea de Pueblos Originarios de Vicuña (Churque- Maíces- Algarrobo- Maki- Porotos- Haba- Algodón- Arvejón- Amaranto), semillas que fueron trabajadas bajo un proceso de secado especial realizado por el Banco de semillas de INIA Vicuña.
A su vez, Juan Carlos Madariaga, recopilador patrimonial entregó fotografías para este baúl, así como también su libro de fotografías patrimoniales. “Ingresé fotografías antiguas, inéditas de Vicuña, que están en mi página, que son rescatadas de familias elquinas y más el libro patrimonial “El reflejo de mi memoria”, van fotografías antiguas originales, puede ser que las próximas generaciones las disfruten” dijo.
Soffía Fredes leyó ante el público su poema Vicuña mi tierra Natal, poema ganador en una de las categorías del concurso literario del Bicentenario. Con ella fueron 200 obras postuladas al certamen, las cuales quedaron en este baúl dentro del libro “Nuestra memoria: Vicuña desde la mirada de sus habitantes”, editado especialmente para la oportunidad. La joven estudiante que cursará 3er año medio en el colegio Antonio Varas, narró su emoción de participar de esta ceremonia y del aniversario de su ciudad, “Vicuña es para mí un lugar hermoso, donde vienen muchos turistas. Quise reflejar en mi escrito lo que es Vicuña para mí, nunca me imaginé que yo iba a estar en esta ceremonia tan hermosa”.
Christian Hoffman subgerente de producción de Capel, ingresó al baúl una botella de Capel Gran Pisco de 43°, con el que la cooperativa conmemoró sus 80 años, “nosotros estamos muy orgullosos de haber entregado nuestro legado, la botella de nuestro producto desde nuestros cooperados, Capel es Vicuña, nació en Vicuña, y seguirá siendo de Vicuña”.
Uno de los hitos de esta jornada fue la firma del decreto municipal que deja constancia del Baúl Bicentenario, de su contenido y la orden que sea abierto el 22 de febrero de 2121, día en que Vicuña celebre su tricentenario. El documento fue firmado por el alcalde de Vicuña Rafael Vera acompañado de la Secretaria Municipal (s) Karla Salazar. Ante ello el jefe edilicio, expresó su gratitud por todas las personas que contribuyeron a formar este baúl, “es importante, cuando uno tiene una administración exitosa, cuando se logran grandes proyectos, uno no se puede olvidar los que estuvieron antes, las otras autoridades, de los otros vecinos que también contribuyeron, que hicieron una comuna diferente de las otras comunas. Hoy día en una actividad completamente cargada de emociones, de sentimientos, donde colocamos nuestros recuerdos, mensajes, lo mejor de nosotros”.
Otro de los momentos emotivos y finales fue el cierre de este objeto, y la presentación ante las y los asistentes, de la llave del Baúl Bicentenario, que estará dentro de un cofre de vidrio, trabajo hecho a mano por los artesanos Rosemarie Leinenweber y Francisco Paredes-Rosales Stone.
En el lugar donde se ubicó el Baúl Bicentenario, estará dispuesta una placa conmemorativa que recuerda lo que allí aconteció.
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